martes, 29 de diciembre de 2009

De rock y otras pasiones

“No eres tú, soy yo”, “Es lo único que tengo ¿Qué más puedo dar?”, “si tú sientes lo que siento, aprovechemos el momento”… Frases que algunos de nosotros hemos usado en repetidas ocasiones y que nos han válido el tan famoso comentario de “¡ash, todos los hombres son iguales!”

Pues exactamente de ese tipo de frases están llenas las líricas de los Caramelos de Cianuro, una banda de rock venezolana que se ha caracterizado por 2 cosas: ser la agrupación más famosa de Venezuela, y tener letras cargadas de insight masculino.

Hay mucha música en el mundo, y el género romántico es uno de los más extensos; pero realmente son pocas las canciones que muestran la vida y el amor desde la perspectiva puramente masculina. ¿Y de qué me valgo para decir que el género romántico tiene por lo regular una perspectiva femenina? De las letras.

Los Caramelos de Cianuro no hablan del amor eterno desde kinder hasta la universidad, ni de “amar a la antigua” ni del “perdón de rodillas”, ni de lo que pasa “si tú te vas”; sino de esas ganas que todavía le traes a tu ex, de esas aventuras prohibidas en lugares poco comunes o de las clásicas fantasías con una mujer mayor.

Y a pesar de lo machista que pueda sonar todo esto, el principal tema en sus letras sigue siendo el amor; pero abordado desde la perspectiva masculina más honesta que existe: sin velos de romance donde sólo hay deseo y sin palabras lindas que disfracen las verdades incómodas.

Analizar las letras de los Caramelos resulta interesante por ese trasfondo único que poseen.

“Recuerdo que en las noches te solía silbar
desde la calle a la ventana.
tú te escapabas bordeando el oscuro jardín.
Quién sabe cuantas lunas contemplamos pasar echados en la terraza.
Desde mi casa el cielo se sigue viendo casi igual.

Yo era tu mala influencia, tú fuiste mi princesa.
Siempre son frágiles las horas más perfectas”
En esta letra, por ejemplo, desciframos una relación a escondidas y un insight muy fuerte; porque ¿Qué hombre no desea llevar a su chica al limite de sus propios impulsos? ¿Qué hombre no desea ser la “mala influencia” de la mujer que ama y tratarla como toda una princesa, cueste lo que cueste?

“He estado buscando
como decirte
algún adjetivo para definirte,
alguna palabra alguna oración
que determine tu condición:

Hiperquinética, electroestática,
intergaláctica, aerodinámica,
estereofónica, estratosférica,
afrodisíaca, ninfomaníaca.”
Seguramente habrá chicas que no sientan como algo romántico ser llamada “Electroestática”, pero analicemos por un momento ¿Qué tipo de cosas nos apasionan a los hombres, aparte de las mujeres (afrodisíaca ninfomaníaca)? La ciencia ficción (Intergaláctica), los vehículos de combustión interna como coches y aviones (aerodinámica, estratosférica, electroestática), la música y los equipos de audio (estereofónica) El mismo Asier Cazalis (vocalista) lo menciona “he estado buscando un adjetivo para definirte” y aquí cabría complementar la idea “Porque a diferencia tuya, yo no sé expresar mis sentimientos y emociones, soy hombre. No encuentro como decirte lo importante que eres para mi, así que utilizo los adjetivos que usaría para definir todas las cosas que me apasionan, porque tú me apasionas”.

La música de los Caramelos, además de ser un rock muy melódico y digerible, resulta un tipo de refugio para todos aquellos hombres que estamos hartos del romanticismo cursi, empalagoso y repetitivo del radio, son una banda divertida que a nosotros nos hace decir “Eso me ha pasado”, y a ellas les arranca carcajadas al ver con tanto sentido del humor las babosadas que seguramente alguno de sus novios ha cometido.

Pero finalmente, resultan una banda tan diferente del resto que la mejor forma de entenderlos y de darse cuenta si son o no para ti; es escucharlos.


Las estrellas



Verónica



El último polvo


No eres tú

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