El cerebro humano es una máquina diseñada para olvidar. Si pudiésemos recordar cada instante de toda nuestra vida; éste se sobresaturaría.
Las conexiones neuronales que se generan ante un pensamiento “normal” suelen usar proteínas neurotransmisoras en pequeñas cantidades, que al dejar de ser útiles; vuelven a ser absorbidas por el cuerpo. Sin embargo, cuando se trata de ideas complejas, repetitivas o CREATIVAS La acumulación de proteínas neurotransmisoras es lo suficientemente abundante como para que al cuerpo le resulten difíciles de reabsorber; generando así un recuerdo.
Siempre hemos sabido la importancia de lo que hacemos, pero nunca está de mas entender los “cómos” y los “por qués”.