viernes, 13 de marzo de 2015

Paisaje

Te me antojas. Y no sé de qué otra forma decirlo. Te me antojas como una crepa de Nutella con un café bien cargado. Así de dulce y así de oscuro. 

Te me antojas entre risas. Entre sonrisas y perversiones juguetonas. Envuelta en tu outfit de "niña bien" y entre besos de tus deliciosos labios.

Se me antoja acariciar tu pelo, mirar tu sonrisa, tocar los hoyuelos de tus mejillas y deleitarme con tu caótica, y divertida risa. 

Te me antojas mal.

¡No te acerques! No te alejes. Sólo quédate ahí. Déjame fantasear con tu dulzura entre mis dedos y tu mirada clavada en mis ojos. Temo perder el foco si te acercas. Temo perder la esperanza si te alejas. 

Mis miedos se abalanzan sobre mi cuando me doy cuenta de que te me antojas muy cabrón. Y no porque te me antojes, y no porque tema al ridículo o al rechazo. No le temo a los miedos pendejos que temía en la adolescencia... O bueno, sí. 

No le temo al hecho de que me encantaría coger contigo. Le temo al hecho de que coger, no es lo único para lo que te me antojas.

martes, 24 de febrero de 2015

Tarde de sol.



Nos subimos a una vieja camioneta de tu tío ¿
o tía? no recuerdo. Y manejamos a lo vil pendejo por... ¿Horas? tampoco recuerdo.

Lo que recuerdo es el sol entrando por el parabrisas y pegando de lleno en tu abdomen, haciendo resaltar los vellitos de esa zona de tu cuerpo. llevas sandalias, un short de mezclilla y una blusa transparente de flores, sobre ese bra azul que tanto me gusta.

Me encanta sentir el sol en la cara mientras te escucho hablar, mientras me hablas con ese tono divertido/sucio tan tuyo. Me fascinas. Me fascina lo que me haces sentir cuando hablas con esa vocecita de niña, y cómo de repente cambias el tono por una voz sexy, lujuriosa que me hace desear de forma muy enferma darte un beso. Comerte. Saborearte. Me haces babear.

Brincas a la parte de atrás de la camioneta y comienzas a susurrar cosas en mi oído mientras muerdes mi lóbulo. El sol no me deja ver, tú no me dejas manejar, y las ganas de ti no me dejan pensar.

Nos detenemos porque es imperativo.

Te dejo acariciar mi cuello desde la parte de atrás de la camioneta y s
aboreo cada instante de ti. Te amo y amo la forma tan estúpida en que me cautivas. Amo tocarte, abrazarte y sentir tu piel rozando la mía.

Pasamos horas cogiendo de la forma más deliciosa que recuerdo. Con calma, con cariño, despacio, hablando, riendo y jugando. Compartiendo tu cuerpo con el sol que entra por el parabrisas y que me deja ver cada detalle de tu piel, que me hace enamorarme de la sombra que se dibuja por debajo de tus chichis, y del resplandor dorado que irradian tus pupilas cafés.

¿Arrancamos? ¿en algún momento nos fuimos de ahí? ¿Llegamos a dónde íbamos? Tampoco lo recuerdo. Me gusta dejar el separador de la historia en esta página para que, a pesar de que tu libro está cerrado, cada que me asome a él, recordar que fuiste especial.

Muy pinche especial.



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miércoles, 21 de enero de 2015

¿Por qué Caín?

Caín fue el primogénito de Adán y Eva, y algunas leyendas cuentan que fue el depositario del "veneno" que la serpiente y el fruto prohibido dejaron en Eva; que venía "maldito" desde antes de nacer, ya que fue el producto directo del primer contacto hombre-mujer, del pecado original. Caín es el primer hijo del hombre, hijo del amor, de la pasión, de la lujuria y el sexo, hijo del pecado, de lo incorrecto, de la desobediencia y la rebelión. De la libertad, de la razón, de la curiosidad.
Abel, por el otro lado, simboliza todo lo "divino", su concepción fue "bendecida" por la unión de Adán y Eva, es un hijo "dentro del matrimonio" simboliza la sumisión, el arrepentimiento, la sensación de culpa, la voluntad de subyugarse ante algo o alguien, el deseo de ser guiado, de callar, obedecer y conformarse con "lo que dios quiera" darle.
Eso explica por qué, dado el momento de elegir, Yahvé eligió al segundo, ya que la mera existencia de Caín lo ofendía. Caín no es "hijo de dios", es hijo de la serpiente, pero también del árbol de la sabiduría.
Caín es el orgullo de ser humano, de ser imperfecto, de cometer errores, y aún así defender su posición mortal a capa y espada. Caín es el modelo del escepticismo, del humanismo y del pensamiento crítico desde el momento que tuvo los huevos para mirar a dios de frente y decirle. "No me arrepiento, y prefiero vivir maldito por siempre, antes de arrodillarme ante ti".

Mamitis.

Siempre he sabido que V es el amor de mi vida. Lo que aún no sé es cuándo dejara de serlo. Hoy, mientras revisaba las cartas que le escri...