sábado, 12 de mayo de 2007

Bye bye beautiful

Miro tus ojos, esos ojos que son capaces de mostrar el cielo y los abismos del infierno en el mismo instante; estás ahí sentada frente a mí, observándome fijamente, mojándote los labios. La indecisión que tu presencia me provoca se hace presente otra vez, no sé si debería acercarme o salir huyendo de tu recámara. Esta vez, quiero que las cosas sean diferentes, y por eso es que decido acercarme y acariciar tu rostro, tú no opones resistencia. Tomo tus manos entre las mías y te recuerdo los abismos que se precipitan entre nosotros, tu permaneces callada observándome.

Con mis brazos rodeo tu cintura y me acerco a tu boca, te beso, tú me respondes y un incomprensible éxtasis recorre todo mi cuerpo. Te levanto de la silla en que estabas y te arrojo a la cama, me acuesto junto a ti, y te sigo besando, mis manos recorren tu cuerpo angelical y se detienen en tu cara, te tomo por la nuca y deposito en tus labios el beso más tierno que siempre quise darte, entrelazo mis dedos en tu pelo mientras disfruto el cálido sabor de tu saliva, me olvido de todo alrededor, acaricio tus formas, saboreo tu piel y antes de poder darme cuenta me entrego a ti, te abro las puertas de mi alma que juraba se encontraban cerradas para ti, deposito en tus manos mi maltratado corazón a pesar de los gritos de mi razón que me recuerdan que no debo hacerlo. Sé que me lastimarás, y sé que esta vez realmente me dejarás en cenizas después de ese beso en el que te dije todo lo que significas para mí. Pero por este instante no me importa, te tengo entre mis brazos y eso es más que suficiente, el precio por amarte será más alto de lo que nunca pueda pagar, pero no me importa, te amo y en este instante puedo engañarme pensando que tu sientes igual.

Lentamente comienzo a desabotonar tu blusa sin dejar de besarte un solo instante, te acaricio con locura, y siento tu piel contra la mía, arranco tu pantalón y te contemplo; ¡Dios! Eres la belleza materializada, eres una diosa. Suavemente quito tu ropa interior y aún no puedo salir del trance en que tu imagen desnuda me puso, te abrazo muy fuerte, te beso otra vez, y comienzo a llorar, sé que esto nunca se repetirá, y sé también que esto es un adiós para siempre de ti; un adiós inevitable, ya no importa que me deleite en ti o que huya de tus brazos: nunca te volveré a ver y eso me destroza. Si de mi dependiera; preferiría privarme del placer de tu carne con tal de mantenerte cerca, prefiero vivir muriendo por tenerte, antes de morir viviendo sin ti. Pero esa decisión no es mía… ninguna decisión con respecto a ti lo ha sido.

Mis dedos pasean por tu cintura, por tus piernas, por tu espalda, puedo sentir el roce de tus senos en mi pecho, me encojo hacia ti, te abrazo nuevamente y penetro en ti, tú haces un pequeño sonido que me deja saber que me sientes. Y comienzo a amarte, a amarte como nunca amaré a nadie más, me vuelvo loco contemplando tus ojos entrecerrados y tu boca que me invita a probar la calidez de tu lengua. No lo puedo aguantar más y te grito que te amo, sé que nunca debí hacer eso, pero ahora no puedo callarlo, quiero intoxicarme de ti y sufrir tu desprecio, quiero ser tu juguete para siempre, seré tu sirviente, tu devoto, tu súbdito y tu bufón, seré lo que tu quieras que sea, no me importa, me acabas de llevar al paraíso y no importa cuanto me lastimes, ya no podrás arrebatarme ese hermoso recuerdo.
Al terminar la tormenta te recuestas boca abajo junto a mí, estas recargada sobre tus codos, tu espalda arqueada hace resaltar tus nalgas en un juego de curvas perfecto, tus senos se desbordan por tus costados presionados contra el colchón y tu cara volteando hacia mi. Eres hermosa, eres perfecta, eres un sueño, un oasis, el sentido de la vida y la belleza en una sola persona. Te amo.

Tu mirada permanece con la astuta malicia de siempre, me observas con superioridad, sabes que ahora estoy encadenado a ti, sabes que en este momento seré capaz de cualquier cosa con tal de mantenerte a mi lado, sabes que te acabo de regalar mi vida, mi corazón y mi alma, y sabes que puedes hacer conmigo lo que te plazca.
Ahora eres tu quien me recuerda los abismos que se avecinan entre los dos, comienzas a vestirte mientras me recuerdas que nunca más nos volveremos a ver, me pides que me vista y así lo hago, me acompañas a la entrada de tu cuarto y ahí te despides para siempre de mi, me das un beso en la mejilla y me dices adiós en un tono que me hace sentir lo estúpido que soy, que me recuerda que te acabo de entregar mi alma y que siempre, seré solo tuyo.

4 comentarios:

Yomism dijo...

Muy lindo. Así me siento a veces.

Besos

Pax dijo...

Muy rifada rola, es una de las muchas que me gustan, que chido post, bueno grax por el coment, gracias por todo, por hacerme descubrir mi camino

Anónimo dijo...

Creo que a todos nos ha pasado, alguna vez nos hemos enamorado así... sin precaución, sin remordimientos.

Lo bueno es que este tipo de relaciones nos ayudan a aprender, a conocer nuestros límites y, finalmente, a darnos cuenta de todo lo que somos capaces de sentir.

Anónimo dijo...

Chava, nuevamente tu poético lenguaje me ha causado un éxtasis, al estilo de la temática narrada. Tu narrativa maneja un sutil, bello y oportuno uso de las palabras. Te admiro, Liliana.
Besos y muchos, muchos abrazos.

Mamitis.

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