pero poco a poco te he de descubrir,
entre tus mañas, tus arañas
el misterio puedo desvestir.
Sé que me conoces como a nadie
y que a nadie es quien tú quieres para ti.
Entre tus dos pieles nunca encuentras fieles
porque a todos tu les dices que si....
Tu les dices que...
Tú me das, tú me das lo que yo quiero
Tú me das, tú me das lo que necesito
Tu cuerpo es fácil, lo demás es muy difícil
y con eso despiertas mi atención.
En poco menos de un instante
te conviertes en mi amante
y me das la solución.
Me confiesas la manera de llegar a tu hoguera
la que llevas en el corazón
y con furia hacia el cuello
nos contamos aquello que revienta tu armazón
¡que revienta tu armazón!
Y te acercas y me encercas,
y encuentro tres puertas,
y la llave yo la tengo aquí.
Y como en un ciclón,
perdemos la razón,
y me arañas y te alejas de mi.
Pero al fin regresas,
con llanto y unas quejas,
y me besas, y me dices que si.
Y ese "sí" es un "si"
que me das solo a mi,
y me arrancas lo que tengo de ti.
Y revelas tu persona,
y te conviertes en patrona,
y desatas una tempestad.
Entre llantos, como santos,
Pecando, ya sin mantos,
encontramos la divinidad
Enfocando hacia el centro
que me quema por dentro
invado tu capacidad
Y te vas, y yo regreso con un gran peso.
Es el peso que tú me das,
Solo tú me das.
No hay comentarios:
Publicar un comentario