jueves, 7 de mayo de 2009

Ola de mutilaciones

Realidad, ficción o las malditas drogas... who knows?


Y así, sin darme cuenta, te expandiste como el aire caliente, te escurriste hasta por la rendija más pequeña, te filtraste por los poros, te impregnaste en el aire.

Te convertiste en el paisaje, le pusiste tu cara a todas y cada una de las mujeres que se atraviesan en mi vida, le cambiaste el nombre a las cosas, a las personas, a las emociones.

Las sabanas al despertar ahora se llaman Mariana; el agua de la regadera, y el café que me despierta se llaman Mariana. El metrobus se llama Mariana. El escritorio donde trabajo se llama Mariana; y la nostalgia que me invade a media mañana por no haberte visto hace semanas, ella también se llama Mariana.

El camino a casa se llama Mariana, y el espacio vacío que rodea mi cuarto y mi alma... mi dolor y mis besos reprimidos se llaman Mariana. Las noches y la luna se llaman Mariana...

Este sentimiento que quise describir tantas veces con palabras... por fin se como se llama; no es amor, no es deseo, no es amistad, no es ganas de fundirme contigo y convertirnos en polvo estelar... es algo más grande que todo eso junto, y que nunca antes logre describir... y hoy por fin se como hacerlo: se llama Mariana.

Te amo, Mariana


Pixies
Wave of mutilation
Doolittle

Mamitis.

Siempre he sabido que V es el amor de mi vida. Lo que aún no sé es cuándo dejara de serlo. Hoy, mientras revisaba las cartas que le escri...